«Devuélveme mi noche rota»

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Un libro autobiográfico con el que el autor recorre pasajes vitales siguiendo la estela de los discos que han ido acompañándole.

Tal y como advier­te el valen­ciano José Morand en su libro, este puz­le de memo­ria en el que recu­pe­ra situa­cio­nes, per­so­na­jes, luga­res, lec­tu­ras y musi­cas que le han acom­pa­ña­do a lo lar­go de sus cua­ren­ta y algu­nos años no es un dia­rio. En efec­to, Devuél­ve­me mi noche rota —títu­lo que nos remi­te a Leo­nard Cohen— es un cúmu­lo de recuer­dos escri­tos sin seguir una pau­ta tem­po­ral o temá­ti­ca, a modo de peque­ños cor­to­cir­cui­tos sen­so­ria­les, a veces pro­du­ci­dos por un álbum musi­cal, otras a una cir­cuns­tan­cia que le lle­va a reme­mo­rar un momen­to que le con­du­ce al acom­pa­ña­mien­to musi­cal correspondiente.

Devuelveme-mi-noche-rotaComo todo libro de rela­tos —y este lo es, al fin y al cabo— el equ­li­brio no es cons­tan­te. Se advier­te cier­ta incon­sis­ten­cia narra­ti­va en las pri­me­ras pági­nas, que hubie­ran mere­ci­do un repa­so esti­lís­ti­co para dar­le algo más de uni­dad al con­jun­to, roto en su pro­pia estruc­tu­ra y cuyas pie­zas no siem­pre resul­tan fáci­les de enca­jar. Sin embar­go, supe­ra­dos los pri­me­ros baches y ya sumer­gi­dos en el par­ti­cu­lar mun­do de este pro­fe­sor de secun­da­ria, su autor logra hacer­nos par­tí­ci­pes de pasa­jes auto­bio­grá­fi­cos entre los que des­ta­can sus peri­pe­cias ado­les­cen­tes o las anéc­do­tas con su pare­ja, Sil­vi­na. Es en las refle­xio­nes pesi­mis­tas res­pec­to a la vida nóma­da y soli­ta­ria que ha de lle­var, obli­ga­do por su pro­fe­sión, cuan­do se apre­cian los des­te­llos más afor­tu­na­dos de su narra­ti­va. La afi­ni­dad con una gene­ra­ción insa­tis­fe­cha por la fal­ta de valo­res, vol­ca­da en el tra­ba­jo y refu­gia­da en un ais­la­mien­to no siem­pre desea­do, pro­vo­ca que el libro pue­da encon­trar su públi­co más cer­cano entre lec­to­res de su generación.

Si la músi­ca es la excu­sa —y Morand no olvi­da hacer valo­ra­cio­nes sobre mucha de la cita­da en el libro — , final­men­te lo impor­tan­te es la pro­pia vida. Esta obra pri­me­ra, con bue­nos acier­tos y, sí, tam­bién erro­res, es una repre­sen­ta­ción tex­tual en bru­to, sin arti­fi­cios. Un refle­jo hones­to de quien ha deci­di­do expo­ner­se a tra­vés del ejer­ci­cio literario.

La edi­ción digi­tal, a car­go de Pablo Barrio, man­tie­ne la pul­cri­tud de sus tra­ba­jos ante­rio­res, tan­to en Sine­rra­ta como en Gan­so y Pulpo.

* Devuél­ve­me mi noche rota. José Morand.
Sine­rra­ta Edi­to­res (Bar­ce­lo­na, 2013).

MAPA MUSICAL

Lugares y músicas del libro de José Morand

Una de las par­ti­cu­la­ri­da­des que hemos encon­tra­do en Devuél­ve­me mi noche rota es la curio­sa rela­ción, remar­ca­da en el pro­pio tex­to, entre los dis­cos y los pun­tos geo­grá­fi­cos en los que se han adqui­ri­do o des­cu­bier­to. Por moti­vos obvios —y vita­les— la mayo­ría de luga­res corres­pon­den a Valen­cia y Cas­te­llón, pero tam­bién se citan expe­rien­cias en Mallor­ca, Nue­va York, París o Roma.

Hemos selec­cio­na­do vein­te pie­zas musi­ca­les, repro­du­ci­bles en vídeo, corres­pon­dien­tes a álbu­mes refe­ren­cia­dos y que pue­den ubi­car­se en un mapa siguien­do la narra­ción de José Morand. Inclui­mos un bre­ve frag­men­to del libro, rela­cio­na­do con el lugar y el dis­co, en cada una de las localizaciones.

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